jueves, 24 de agosto de 2017

Noticias frescas y cambios

¡Hola a todos!

En mi entrada anterior os dije lo desmotivada que estaba con la historia y lo poco posible que veía readaptarla a mi estilo actual y todas esas cosas. La verdad es que he tenido que leer mi propia entrada porque no recordaba lo que os había dicho xD. Espero que aún haya alguien interesado en leer esta historia casi muerta. Si es así, os dejo un link a la historia resubida:

https://www.wattpad.com/story/105677831-¡nos-veremos-las-caras-en-el-altar

Ya sé, ya sé. No es un blog. Me habría gustado seguir por aquí pero es que siempre olvido entrar a blogger. Es despiste mío, ya lo tengo en cuenta. Aún así no tenía corazón a borrar las entradas del blog o a editarlas y resubirlas. Siento que aquí está el inicio de la historia, como comenzó y que es mejor dejarlo así tal y como está. Llamadme rara, pero quería hacer como un nuevo comienzo con la historia, y me apetecía probar wattpad.

Así que sed libres de pasaros o no por el link. Estaré muy contenta de volver a contar con vuestro apoyo después de marearos tanto con mis publicaciones lentas y el cambio de plataforma.

Besos.

martes, 27 de diciembre de 2016

Adiós.

Es cierto que llevo años sin publicar nada en el blog. Es cierto que hay mucha gente (hará dos años) me pedía que siguiera con la historia. La verdad es que hace tiempo que dejé de sentirla mía, y aunque tengo la continuación de la historia perdida por ahí, no tengo los ánimos de arreglarla ni de seguir escribiéndola. Llegó un punto en el que se volvió demasiado cliché, y he tenido intención de cambiar unas partes para adaptarlas más a mi estilo de ahora, pero no lo veo posible.
Hace un tiempo que dejé atrás corazón de melón, no he seguido jugando y estoy segura que chinomiko ha conseguido desarrollar la historia de una forma muy cautivadora, pero no me inspira a continuar el fanfic.
Siento mucho decepcionar a las que esperasen que continuara el blog. A lo mejor algún día me pica por arreglar lo que ya tengo escrito y darle un final bonito. Tengo escritos de mi puño y letra hasta el capítulo 12, y auguro que para darle un buen final, uno que no fuese forzado, necesitaría unos 7-10 capítulos más como mínimo. No me gustan los finales forzados, y es por eso que no sigo.
De momento lo dejo en un hasta luego a muy largo plazo. Si de verdad les gusta la historia háganmelo saber en los comentarios y me plantearé muy en serio lo de seguir publicándola. Hasta entonces me voy a mover a un nuevo proyecto que tengo en mente, nada que ver con ningún juego otome (al menos la historia). Si quieren saber sobre lo nuevo que estoy escribiendo, también, dejen un comentario. Es gratis. Igualmente prometo poner por algún sitio un link al nuevo blog que vaya a hacer.
Gracias por leer este comunicado, aunque supongo que no les he dado una gran decepción, ya que el blog lleva muerto años.

Hasta otra.

martes, 22 de julio de 2014

Capítulo 7: Volando en alas de plata

Se acabaron las clases, pero mi día no había terminado. Después de comer tenía que ir al club de basket, que no sabía dónde estaba, arreglarme, ensayar con el grupo de Cindry y después actuar en un antro que no conocía. Y con el día que llevaba, si llegaban unos extraterrestres y me dijeran que me sacarían el cerebro para jugar a golf no me extrañaría. Encontré a Castiel, y recordé que fue él el que me apuntó al club.

-¡Tú! Seguro que sabes dónde está el club de basket.
-Sí, muy lista. ¿Tienes la ropa lista? Como la de esta mañana mejor.
-No te lo diré.
-Pues lo miro en tu bolso -lo coge y empieza a chafardear.
-¡Oye! ¡Devuélvemelo!
-¿Tejanos? Esto no te vale para jugar -sonrió.
-¿Eh? -recuerdo- Lo que pasa es que después tengo que ensayar con el grupo de Cindry, y puede que vayamos a tocar a un sitio.
-¿A cúal?
-Ni idea.
-Genial. Bueno, espabila a cambiarte o Dajan se nos irá.
-¿Dajan? ¿Y ese quién es?

Esa pregunta quedó sin respuesta porque Castiel ya se había ido. Me cambié, me fijé en lo que llevaba puesto y me pregunté si le gustaría al pelirrojo. "Gracias Castiel, ahora me voy a fijar siempre en como vaya vestida". Fuera había un chico con el cabello negro recogido en trenzas y una coleta, una piel tostada por el sol y unos ojazos dorados de infarto.

-¿Nueva en el club? -me lanzó una pelota.
-Sí, me llamo Arisu.
-¡No jodas! La que se enfrentó a Ámber.
-La misma.
-Yo soy Dajan. Un placer -hace una reverencia- Ahora, please, fírmame un autógrafo.
-¿Y eso?
-Y todavía lo pregunta, qué mona, por lo de brujámber.
-¡Ah! ¿Dónde firmo?
-En mi agenda.
-Guay.

Me pasó su agenda y le dejé escrito un simpático mensaje:
Para Dajan, un loco que me pide un autógrafo por pelearme con brujámber.
Con cariño, Arisu <3

-¡Genial! Ahora, ¿echas unas canastas?
-Vale
-¡Eh! Veo que ya os conocéis, mejor, me ahorro presentaciones.
-¿Hace un KO?
-¿Un KO?
-Yo te explico

Mientras Dajan me lo explicaba, Castiel trajo varios balones, y tenía la sensación de que me miraba. Pensando que eran paranoias mías, me susurró:

-Me gustan esos pantalones.

Me guiñó un ojo y me dió un balón. Estuvimos jugando un buen rato, luego Dajan se fue y Castiel y yo nos quedamos un rato más.

-Vamos a cambiarnos ya, que tengo ensayo.
-Bien, ¿te vas a duchar?
-Sí, ¿y tú?
-Claro -piensa- si quieres, ahorramos agua duchándonos juntos.
-Sí, que te lo has creído.

En diez minutos me había duchado y arreglado. Me puse mis tejanos y una camiseta de tirantes verde un poco ancha.

-Venga fiera, ya tardabas.
-Solo han pasado diez minutos.
-Bueno, ¿y dónde habéis quedado?
-En el auditorio.
-Pues vamos, ¿a qué esperas?
-A que las ranas críen pelo.
-Pues hay ranas con pelo, mira.

Y mientras él me enseñaba las ranas con pelo y yo le rebatía que eso no se podía considerar pelo, llegamos al auditorio, donde nos esperaban Cherry y Stella en la puerta.

-Arisu, cantas muy bien -dijo sonriendo.
-Stella... ¿Cómo sabes si canto bien?
-Armin y Alexy te grabaron
-¡¿Grabación?!
-Sí, se oye muy bien -seguía sonriendo.
-¿Dónde? Quiero escucharla.
-¿EH? -sonrojada
-Supongo que será mejor en vivo y en directo.
-¿Lyss? ¿Qué haces aquí?
-Oí la grabación mientras escribía cerca del club de jardinería. Aunque la grabación no era en alta calidad, así que decidí venir para escucharlo en directo.
-Bueno, pues ¿a qué estamos esperando? Sube ya al escenario y canta algo~
-Nooo... mucha gente -más que una petición, era un llanto.

Entramos dentro del auditorio, mejor dicho, entraron dentro del auditorio y a mi me metieron inmovilizada y poco faltó para ser atada. Las chicas se colocaron en el escenario cada una con u instrumento, y fue entonces cuando lo vi todo más oscuro. ¿Cantar? No lo había echo nunca en público, no, qué vergüenza. Y todas tenían un instrumento... ¡No sé tocar más que la pandereta! Ni siquiera se me daba bien la flauta. "Tierra, trágame".

-Canta algo, nosotras tocamos -dijo sonriente.
-No sé cantar -dije con la boca pequeña.
-Mentirosa, anda ¿qué canciones te sabes?
-¿Cuáles os sabéis vosotras?
-¿Nos estás dando largas?
-Nunca he cantado en público -con la boca aún más pequeña y con los nervios a flor de piel.
-¿Quieres que cantemos a dúo?
-Vale, pero empiezas tú.
-A los chicos- El que se ría, hable, se  impaciente o algo parecido, lo echamos. ¿Entendido?
-¡Señor, sí señor!

Todos nos dimos la vuelta y vimos un delegado que no paraba de reírse de la broma que acababa de hacer. Fue tan espontáneo que me provocó la risa tonta durante unos minutos.

-Bueno, vamos a cantar ya.

Te regalo mi cintura
y mis labios para cuando quieras besar.
Te regalo mi locura
y las pocas neuronas que quedan ya.

Mis zapatos desteñidos,
el diario en el que escribo,
te doy hasta mi suspiro
pero no te vayas más.

Porque eres tú mi sol,
la fe con que vivo,
la potencia de mi voz,

los pies con que camino.
Eres tú, amor
mis ganas de reír ,
el adiós que no sabré decir 

porque nunca podre vivir sin ti.

Se terminó la canción, se hizo el silencio y después vinieron las felicitaciones. Conste que ese silencio duró la mitad de un estornudo, pero a mi me parecieron sesenta segundos de reloj con acidez de estómago. Ese silencio nos condenaba al fracaso o nos elevaba a la más gloriosa de las victorias. Parece que fue lo segundo, porque a todo el mundo le gustó esa mini actuación. Todos los chicos empezaron a decir lo bien que cantaba y lo genial que quedaba la banda, aunque yo no oía ni la mitad de los halagos que decían, tenía demasiada sangre en la cabeza y taponaba mis oídos.

-A Robin- Lo habéis hecho muy bien todas, como siempre, aunque entenderás por qué felicitamos más a Arisu.
-Claro, necesita que la apoyemos, no está acostumbrada a actuar. Espero que no tenga pánico escénico.
-Verás como no -mira sus manos- se nota que has trabajado muy duro.
-¿Ah? -mira sus manos, y al cogerse de las manos se sonrojan- Es que... es una gran oportunidad y...
-Eres preciosa.

 Pude huir de aquel gentío y me pareció ver que Robin y Lyssandro estaban juntos, muy juntos... ¿Pegados? ¡Besándose! Decidí no meterme y sacrificarme para que nadie molestara esa bonita escena tirándome otra vez a la multitud y me molestaran a mi. Después de todo ese movimiento, nos juntamos todo el grupo y empezamos a pensar qué canción cantar. Como habíamos cantado esa canción suave de Shakira, había gente que opinaba que sería una buena opción el cantar la misma, otros que sería mejor escoger otra de otros cantantes (desde Queen hasta Daddy Yanke, en este nos negamos en redondo) y había alguien a quién le parecía gracioso que tocáramos la de Loba en una jaula para ver si hacíamos todas los mismos movimientos que la colombiana. Estuve a punto de matar a Castiel en ese momento. Buscando por youtube encontramos una preciosa canción de JRock, y decidimos que podríamos tocarla alguna vez. Al final ganó la vena rockera y nos decidimos por Bon Jovi. Después de eso, la pregunta que más temía:

-¿Sabes tocar algún instrumento?
-Eh... -indecisa- ¿vale la pandereta, o el triángulo?
-No sabes, ¿verdad?

"¡Mierda! Ahora que me hacía ilusión entrar..."

-Si quieres pedo enseñarte a tocar la guitarra.
-Esperanzada- ¿De verdad? Si es que cuando quieres eres un cie-
-No tan rápido enana, no te saldrá gratis.
-¿Cuánto quieres pesetero?
-¿Cuánto puedes darme?
-El placer de mi compañía -sonrisa pícara.
-¿Sólo eso?
-Más cinco euros por día, rata.
-Me parece razonable, y si me ordenas el piso mejor.
-Eres un interesado.
-Anda, como tú, a ti te interesa que yo te enseñe guitarra.

Como me fastidiaba que tuviera razón, y como me fastidiaba que sonriera cada vez que terminaba una frase con esa boca tan sensual... "Este chico me despista mucho, tengo que tener cuidado".

-Oye, supongo que no tienes una púa.
-Supones bien, Sherlock.
-Toma, para ir empezando -me entregó una púa verde- Quizá te da suerte y todo esta noche.
-Gracias -me sonrojé.

¡Maldito! Se había convertido en mi punto débil tan rápidamente, aunque a mi me parecía que habían pasado meses. En ese momento empecé a fantasear en los próximos días, en mi futuro con el grupo, con Castiel, sobre todo con él, y mientras yo volaba con esas alas que me daban sus ojos grises de ensueño, los demás dialogaban sobre el nombre del grupo.

-Es que a mi no me gusta nada que lleve "sexy", ni "hot", ni que se repitan palabras.
-Ni a ti ni a ninguna de aquí.
-Arisu, ¿estás escuchando?
-¿Eh? Estaba volando -dije aún medio ida.
-¿Volando? ¿Cómo?
-En alas de color gris -me reí al darme cuenta de la mirada de asombro Castiel. ¿O quizá era de miedo porque parecía loca?
-De plata... En alas de plata...
-Si lo pasamos al inglés...
-¿Por qué inglés?
-Alexy, porque está de moda.
-¡Tenemos nombre! ¡Silver Wings!




~Fin del capítulo7

viernes, 18 de julio de 2014

Capítulo 6: Perdóname si te llamo amor

Ya en mi habitación, mucho más tranquila, recordé la escena de hacía unas horas. Me avergonzaba el numerito que tuvo que ver Castiel. Estaba nerviosa, no sabía que cara pondría al día siguiente, tampoco estaba segura de que quisiese hablarme... "Eso mejor lo pensamos mañana" me dije para tranquilizarme.

Me desperté relativamente temprano, tuve tiempo para hacer muchas cosas: lavarme el pelo, arreglarme bien, desayunar tranquilamente, jugar a Exploradores del Tiempo, revisar mi facebook y mirar el horario para saber que asignatura me tocaba. "Catalán, que razón tenía tio Erick, aunque fuese un instituto de intercambio con Chile, estando en Cataluña se tiene que hacer igual catalán". Suerte tuve de sus clases de catalán, y otras cosas más. Es como un padre para mí, por eso es que Ken es como mi hermano. Echo de menos al mío... Pensando en esto, se me fue el tiempo y estuve a punto de llegar tarde a catalán, suerte que Cindry me guardó un sitio a su lado.

-¿Se te pegaron las sábanas?
-Qué va, lo que se me pegó fue el juego.
-Cuenta, ¿a qué jugabas?
-No te rías, ¿eh?
-Te lo juro por Snoopy.
-A Exploradores del Tiempo.
-¿Tú también? ¡Yo estaba jugándolo esta mañana!
-¿En serio? ¡Qué bien! ¿Por que misión vas?
-Ya regresé del futuro, ¿y tú?
-Acabo de ir. ¿Es complicado?
-No, qué va. Pero si necesitas ayuda, llámame.

Me dio su número y nos callamos porque la borde de la profe nos miraba con cara de asesina. Terminada esa hora, vi que Castiel me esperaba en el pasillo. Lo miré, me miró y no se por qué salí huyendo a la siguiente clase. "Biología se me hará muy aburrido son Cindry".

-Arisu, ¿verdad?
-Sí, ¿tú eres Cherry?
-Sí, parece que vamos juntas a bio.
-Por suerte.

Sonriendo entramos a clase y delante de nosotras, un chico increíble: alto, moreno, ojos azules y una sonrisa traviesa.

-¡Hey!
-Hola Armin.
-¿Qué hay?
-Tu debes ser Arisu, la que ha sacado de sus casillas a Ámber.
-¡Vaya! Me he echo famosa.
-Has pasado a la historia pequeña.
-Gracias Armin
-Ya sabes mi nombre, muy inteligente.
-Solo atenta.
-¿Qué les hace tanta gracia?
-Nada profe.
-Estábamos comentando que no sabíamos qué era el genoma.
-Si es así, levantad la mano y os lo explico.
-Perfecto.

"¡Muy lista Cherry!". Enseguida llegó una notita de Armin a mi amiga que decía: ¡Qué buena eres! Nadie como tú para engañarla. Cherry sonrió y le escribió una nota que hizo que el moreno se sonrojara. Solo quedaba una hora y llegaría el patio. Ese momento era peligroso, Castiel podría encontrarme fácilmente. La hora de Educación Física llegó, y con ella los clones de Ámber, Cindry y las otras chicas que no estaban la hora anterior. A Castiel lo vi entre un grupo de chicos. Uno de ellos se dio la vuelta y le avisó a Castiel de mi posición. Su berrido nos sirvió a ambos: a él para seguirme y a mi para esconderme en el vestuario, y de paso, cambiarme.

-¡Si crees que puedes esconderte aquí lo llevas claro!
-No me escondo, me estoy cambiando.
-Claro, ¿tú crees que nací ayer?

Por ese tono, sabía que estaba molesto. Abrió la puerta y entró. La cara que puso al ver que realmente me cambiaba fue de no saber qué hacer o dónde meterse.

-Te dije que me estaba cambiando.
-No pensé que... -traga saliva- que fuese a ser verdad... ¿Quieres ponerte ya los pantalones?
-Poniéndome los pantalones- Ya ves que sí -pantalones bien puestos- Ya me los he puesto, ¿puedes irte ya?
-No, ya estás vestida, ahora quiero que me digas por qué me evitas.
-¿Eh? -me sonrojo- yo no...
-Sí, tú sí.
-Es que...
-Es que nada, ¿te hice algo?
-No...
-Entonces, ¿qué es?
-Me da vergüenza mirarte, por lo de ayer...
-Lo de ayer -recuerda- ¿por qué?
-Sí -mi cara aún más roja- supongo.
-¿Supones?
-Sí, solo eso.
-Ah, bien. Ahora a clase, es la única en la que hago algo, así que aprovecha para mirarme todo lo que quieras.
-¿Qué quieres decir con eso?
-Nada, solo parece que me fueses a comer con los ojos -carcajadas.
-¿Qué dices? -más roja que su pelo- yo no hago eso.
-Sí lo haces.
-¡Que no!
-Hoy te dejo porque estamos en una clase que me gusta y porque te has puesto unos pantalones muy sexys.
-¿Me estabas mirando el culo?
-Como no, ¿algún problema?
-Sí, bueno no, bueno sí, ¡claro que sí!
-Vale -re ríe.

Nos dirigimos a clase. Mientras salía por la puerta, Castiel me empujaba por la cintura, y después de darme un azote se fue sonriendo. Salí corriendo tras de él y me colgué a su espalda. Cuando lo sentí cerca de mí me di cuenta de una cosa, aquel nerviosismo, que me sonrojara cuando me hablaba, que me lo comiera con la mirada incoscientemente, que lo echara de menos por las noches, y que me sintiera tan bien cuando estaba cerca mío solo significaba una cosa: me había enamorado por primera vez.
Llegamos a clase y Cindry me agarró por la cola, me arrinconó y me recriminó no haber estado con ella momentos antes.

-Pero ¿por qué? ¿qué ha pasado?
-Es que, a mí, bueno, a mi me gusta Armin.
-¡¿Eh!? De verdad que eso no me lo esperaba.
-¿Ah no? Pues fíjate que ahora me ha hablado y me ha dicho que conoce un sitio donde hay buena música y que si eres bueno te permiten tocar allí, y que si quería ir con él, bueno, yo y el grupo, y tú también.
-¡Hey! Frena un poco. ¿Quienes son el grupo?¿Dónde está el local?¿Quién va a ir?¿Por qué tengo que ir yo?¿Por qué vamos?
-Un momento, proceso, procesando, procesando, por la ranura trasera todas sus respuestas -se ríe.
-Ahora en serio.
-El grupo somos Cherry, Robin, Stella y yo, el local, ni idea, nos lleva esta tarde, no sé quién más va, y tú te vienes porque tus compañeros de cuarto dicen que cantas bien, y vamos todos porque Armin me gusta.
-Vale, si es así... -pausa- un momentín, ¿qué compañeros?
-Armin y Alexy, que viven en la habitación de al lado.
-¡Mierda!
-¿Lo harás? -miradita del gato con botas de Shrek
-suspiro- Vaale...
-¡Yay!
-¿Dónde hay que ensayar?
-Después de los clubs en el auditorio.
-¿Tenemos de eso?
-Sí, te espero allí.

"Arisu, ya la has cagao"



~Fin del capítulo 6